La ubicación del hotel es céntrica y a poca distancia del Katherine Mansfield House. La habitación era moderna y espaciosa, con un hervidor eléctrico, una nevera y cristalería que resultaron muy cómodos.- Todos los servicios me parecieron excelentes.

el personal excepcional y realmente bueno contribuye a crear un ambiente elegante. es impecable y enorme, tiene café y un techo alto. un registro simpático y en general un servicio excepcional.

Y es que estábamos en un lugar práctico a poca distancia del Museo de Nueva Zelanda. Fuimos al centro de la ciudad, situado a un corto paseo del hotel, hacía un tiempo encantador así que me ha encantado todo. En general, una experiencia realmente buena para ser un viaje de negocios.

Ubicación muy cercana a la estación central de trenes. Cerca de bares y restaurantes.- Habitaciones con cama grande.- Enorme cuarto de baño.

Una habitación sorprendentemente nueva

Bien dispuesta con wifi gratuito. Un personal estupendo.- Grandes comodidades en la habitación como café.- Un techo alto de entretenimiento doméstico.- Una ubicación práctica y cómoda.- Muy cerca del centro, del restaurante del lugar y también del teleférico.- Un registro simpático.- Vale la pena alojarse aquí.- Explorar el barrio CBD - Lambton Quay

Decoración hermosa. Ascensor clásico encantador. Sábanas y toallas fantásticas. Robes proporcionados. Excelente ubicación. Hermoso edificio patrimonial. Personal servicial. Pertinente seguimiento con objetos olvidados.

No hay nada que no me haya gustado.

Nos hospedamos en este encantador hotel boutique durante nuestra visita a Wellington. La ubicación es perfecta, ya que está cerca del paseo marítimo y de la estación de tren. La habitación tenía mucha personalidad y la cama era muy cómoda. El baño estaba bien equipado y tenía una bañera enorme con patas. El desayuno, aunque no muy variado, era delicioso. Además, el personal de recepción se mostró muy servicial.

El hotel no cuenta con estacionamiento propio.